
“...Al cabo de pocos meses, pese a su timidez todavía muy arraigada, Ulises tuvo ya la suficiente confianza con aquella familia como para entrar en la cocina, situada detrás de la barra, y levantar la tapa de la cacerola donde se estaba cociendo cualquier guiso. La señora Roseta le explicaba lo que iban a comer ese día. En la olla hervía un espinazo, un hueso de jamón, el tocino y los garbanzos. Después le añadiría las patatas y media morcilla de sangre. En fuego aparte se estaba cociendo la col mientras su hija Martina hacía un picadillo de tomate con cebolla, sal, aceite y una guindilla roja...”
Manuel Vicent
Son de mar

“...Después de las enciclopedias, se fueron las novelas y tras ellas los libros de idiomas y los técnicos, como si guardaran en la huida un cierto orden alfabético. La librería del salón se quedó vacía, con las rayas de polvo dejadas por los libros. Entonces se oyó un aletear extraño, procedente del pasillo, y vimos salir de él los libros que había en el resto de las habitaciones...”
Juan José Millás
El orden alfabético
No hay comentarios:
Publicar un comentario